Perro de Asistencia: Trabajo con trastorno obsesivo compulsivo (rascado)
Un perro de asistencia es aquel que está entrenado individualmente y de forma específica para realizar tareas que ayuden en su día a día a una persona con una enfermedad o discapacidad, de tipo físico, mental, sensorial, psiquiátrico, intelectual u otros. Las tareas desempeñadas pueden incluir, entre otras: recuperar objetos que se han caído, alertar a una persona acerca de un sonido o recordarle que tome un medicamento, pulsar un botón del ascensor, etc.
En esta ocasión, os hablaremos sobre la inclusión de perros de servicio en adopción como una opción real y viable. La tradición nos dice que los perros de asistencia son perros adquiridos y seleccionados desde cachorros para tal fin, pero no es del todo cierto. Muchas organizaciones y particulares han comenzado a incorporar perros de protectoras en sus programas. Hay muchos perros de asistencia y terapia que les entrenan desde cachorros, sin embargo, muchas organizaciones adoptan perros adultos de refugio para sus programas.
Existen muchos conceptos erróneos y mitos sobre estos perros. La realidad es que la mayor parte de estos perros termina allí porque sus familias no pueden o no quieren cuidarlos mientras que no siempre sucede que el motivo esté relacionado con la existencia de problemas de comportamiento. La mayoría de los animales que terminan en una protectora son tan cariñosos, inteligentes y leales como cualquier otro perro. Y no sólo eso, también pueden ser entrenados para convertirse en perros de terapia o de asistencia para personas con algún tipo de necesidad específica. Tan solo necesitan que les demos una oportunidad.
Vídeo de adopción de un perro de asistencia
En este vídeo os presentamos a «Cneasaigh«, anteriormente conocida en la Protectora ACURN (Animales con un nuevo rumbo), de donde procede, como «Zanki», que está ayudando a su nueva guía a mejorar y enriquecer su vida. Con ella estamos trabajando conductas específicas para perros de asistencia psiquiátrica, que también ayudan como perros de apoyo emocional.
En este caso, estamos entrenando la detención de una conducta compulsiva de rascado. La perrita debe percatarse del inicio de la crisis compulsiva y detenerla, de tal manera que su guía, físicamente, no pueda realizarla y, a su vez, desvíe su acción hacia otra actividad: interactuar con Cneasaigh en el momento que esta conducta se produce, fomentando la aparición de una respuesta regulatoria orientada a una interacción social.
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