Los perros también son susceptibles a las alergias derivadas de alimentos. Algunos productos alimenticios que usualmente se utilizan en las marcas comerciales de comida para perros como por ejemplo los colorantes y otros aditivos químicos pueden causar síntomas de alergia también. Dichos irritantes son peores una vez han sido ingeridos.
Los perros se frotarán la cara, se empezarán a lamer las patas y a menudo pueden sufrir inflamaciones en las zonas frontales del cuerpo. Además, la reacción será más grande si el polvo o el polen también atacan su pelaje. En casos más graves, incluso dichas partículas pueden ser absorbidas a través de la piel.
Las zonas de las almohadillas de las patas también son un sitio clave donde se puede desarrollar una reacción. En dicha zona se encuentra una abundante cantidad de vasos sanguíneos, tanto en la superficie de las almohadillas como entre los dedos.
Uno de los remedios rápidos que podemos proporcionar en éstos casos a nuestros perros es darles un baño de agua fría (el agua caliente puede agravar los síntomas de picor). Un buen remojo en agua fría durante 15-20 minutos le ofrecerá a nuestro perro un alivio rápido del picor y bajará la inflamación. De éste modo estaríamos tratando los síntomas y no las causas, pero al menos ofreceremos algo de comodidad y alivio a nuestro compañero.
También podemos añadir harina de avena en el baño para aliviar aún más la piel de nuestro perro. Para ello, cogemos un calcetín, lo llenamos hasta la mitad de harina de avena y lo adjuntamos al grifo, abriéndolo despacio (a poca presión).
Cuando el agua se mezcle con la harina de avena dentro del calcetín se creará una solución que, en combinación con agua fría, será muy efectiva para los problemas relacionados con la piel (y esto nos vale para nosotros también).