Cuando uno decide tener un perro, piensa idílicamente en compartir su vida con un animal con el que poder salir a dar paseos relajados y que espere en casa tranquilo mientras estás trabajando.
Pero, a veces, nos encontramos con que la realidad dista mucho de esto, y nos vemos conviviendo con perros con los que es difícil salir a pasear porque les asusta la calle o van ladrando a todos los perros con los que nos cruzamos; perros que no soportan el aislamiento y en nuestra ausencia lloran, destrozan cosas y arañan las puertas; perros que a pesar de salir a pasear hacen sus necesidades en casa; o perros que, por mucho ejercicio que les demos, parecen no cansarse nunca.
Es en ese momento cuando podemos acudir a un especialista en etología y comportamiento canino, para que nos ayude a mejorar el bienestar de nuestro perro y la familia con la que convive.