La calma en perros
Si piensas en tu día a día, seguro recordarás situaciones en las que, estando tenso o nervioso, hayas actuado mal e incluso tomado decisiones que, después de reflexionar, no eran las mejores para ese momento. ¡Los perros son esencialmente iguales! Por ello, es importante la calma en los perros.
Un perro que está nervioso por el estrés o la excitación no estará en su mejor estado para tomar decisiones y puede exhibir comportamientos negativos relacionados con la excitación excesiva.
La sobrexcitación parece reprogramar la función de algunas neuronas, hecho que afecta a la elección, según nos indica la ciencia.
Las palpitaciones, el aumento de la presión arterial, así como la respiración corta y superficial constituyen indicadores de excitación corporal. Un estado durante el cual el individuo es más propenso a tomar decisiones erróneas. Ahora, un estudio reciente, describe el mecanismo neuronal que explicaría dicha influencia.
Mientras un estímulo moderado puede aumentar el rendimiento, la falta o exceso de excitación ralentiza el cerebro y favorece que se elija la opción incorrecta. En el estudio de Fujimoto, et al. (2021) utilizaron un modelo animal.
Estudio de Fujimoto
Estudiaron la conducta de elección de tres macacos Rhesus ante dos tipos de recompensa: un vaso con una cantidad de zumo y otro con mayor volumen de líquido. En la mayoría de sesiones, los animales escogieron este último. A continuación, los investigadores lesionaron quirúrgicamente el núcleo principal de control de las emociones en el cerebro, la amígdala. Como consecuencia, observaron un aumento en la frecuencia cardíaca de los primates, así como mayor lentitud en la toma de decisiones.
Asimismo, el análisis de la actividad en la corteza orbitofrontal y la corteza cingulada anterior dorsal, dos de las áreas que conforman el centro de decisiones, reveló que el aumento de excitación alteraba la función de las neuronas. Es decir, algunas de las células neuronales pasaban de regular la toma de decisiones a controlar la frecuencia cardíaca, hecho que repercutía, de forma negativa, en la conducta de elección.
Así que, si un perro que está tranquilo estuviera en un estado cognitivamente apropiado para interactuar y evaluar el mundo que lo rodea y ocurre algo que le causa estrés o excitación, podrá gestionar su estado emocional más rápidamente, ya que ha ensayado regularmente el comportamiento de la calma.
¿Qué puedes hacer para fomentar las conductas de calma?
* Asegurarte de que el perro descanse lo suficiente. Un perro debería dormir entre 12 y 16 horas al día y, como nosotros, si está cansado, es más probable que tenga problemas y tome decisiones inapropiadas. Los perros también pueden, como los niños, sobre excitarse demasiado y no saber parar por ellos mismos, así que, si intentamos fomentar momentos de «no hacer nada», sin estimulación en el ambiente, es más probable que el perro se aburra y decida echarse una siesta.
* Darle a tu perro actividades relajantes para hacer. También puedes fomentar un comportamiento tranquilo dándole al perro actividades que sean tanto positivas como relajantes, lo que le permitirá practicar un comportamiento tranquilo y al mismo tiempo ser recompensado por ello. Las actividades relajantes que el perro puede disfrutar pueden ser vaciar un Kong, hacer olfateo con alimentación dispersa o un juego de enriquecimiento (puzzle) que se pueda realizar con poca activación física.
* Premiar la calma del día a día. Lo más probable es que el perro no esté buscando actividad e interacciones las 24 horas del día, los 7 días de la semana, así que en el momento en que muestre conductas calmadas durante el día, deberíamos reforzarlas, de forma tranquila y con un reforzador de bajo valor, para no activarle.
Conclusiones
Es importante recordar que solo porque la calma sea buena, no significa que la emoción, el ejercicio, el juego y la diversión sean malos.
Tener algunos momentos de excitación, como en el juego, está bien, siempre que no sea todo el tiempo y el perro pueda gestionar bajar los niveles de estrés para volver a la calma.
María del Carmen Pérez
Educadora canina de LealCan
