Cómo adiestrar a un cachorro adoptado

como educar a un perro adoptado
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Adoptar un cachorro puede ser una de las experiencias más gratificantes de tu vida, pero también conlleva muchos retos únicos.

En LealCan solemos decir que un cachorro se disfruta y se sufre por igual y la información es poder para ir inclinando la balanza hacia el lado más positivo.

Enseñar a tu nuevo miembro de la familia de cuatro patas a entender la dinámica de su nuevo hogar y su nuevo entorno y generar experiencias agradables con otros perros y personas es esencial para construir un hogar feliz y armonioso.

En este artículo hablaremos de los entresijos de la educación canina y te daremos consejos para empezar a entenderte con tu cachorro adoptado.

Consejos para educar a un perro adoptado

Cómo empezar: comprende los antecedentes de tu perro

Antes de empezar cualquier tipo de educación y adaptación del cachorro a su nueva situación, es importante comprender los antecedentes de tu perro, los posibles problemas de salud y los efectos que los anteriores entornos y situaciones de vida hayan podido tener en su comportamiento.

Muchas organizaciones, como protectoras, refugios y grupos de rescate, ofrecen información, en la medida de lo posible, sobre los antecedentes de un perro para ayudarte a prepararte mejor para los retos que vendrán después.

 

Introducción a los ejercicios de socialización

La socialización es una parte fundamental para ayudar a tu cachorro adoptado a convertirse en un compañero bien adaptado, amigable con el resto de perros y personas y seguro de sí mismo.

Presentar a tu perro a otros animales y personas en un entorno controlado, seleccionando las interacciones, puede ayudar a reducir la ansiedad y el nerviosismo y a crear una red social sana.

Amplía gradualmente las actividades de socialización a medida que tu perro se sienta más cómodo. Siempre teniendo en cuenta que más valen menos experiencias buenas que muchas incluyendo experiencias malas. Es un momento en el que la selección de interacciones resulta crucial para sentar unas buenas bases de cara al futuro.

Es importante ser paciente y dejar que tu perro se sienta lo más cómodo posible antes de presentarle nuevas experiencias. Forzar nunca es buena idea en estos casos.

 

Enseñanza de señales básicas

Una vez que el cachorro se vaya adaptando a su nueva familia y considerando toda la información que hayas podido recopilar sobre su vida anterior, puedes empezar a introducir algunas señales de educación básica si lo deseas y consideras que os pueden facilitar la convivencia.

Recuerda que siempre se ha de hacer desde la óptica del respeto y el disfrute para tu cachorro y que, lo realmente importante en estos momentos no son tanto las señales como una adaptación adecuada y aprender a comprender su lenguaje, sus necesidades básicas y las conductas naturales de su etograma.

En cualquier caso, si consideras que es buen momento para que tu cachorro aprenda señales, algunas de las más importantes para enseñar inicialmente son: la llamada, échate, quieto, deja o suelta.

Estas señales pueden ser útiles en algunos contextos, incluso por su propia seguridad, como es el caso de la llamada.

Al introducir nuevas señales, es esencial ser coherente. Si primero usas luring, asegúrate de introducir la señal verbal en el momento adecuado para no quemarla. Utiliza la misma palabra siempre para cada señal y trata de usarla siempre en el mismo tono y de la misma manera. Cuando esté establecida podrás ir generalizando el aprendizaje en contextos más complejos con distracciones.

Sé paciente y comprensivo, si tu perro no entiendo lo que quieres que haga, es que no le estás transmitiendo bien lo que deseas y no su culpa. Asegúrate de emplear reforzadores con un valor acorde al esfuerzo que le quieras pedir (por ejemplo, puede que un trocito de su pienso no sea suficiente para según qué cosas).

Recuerda también que cuanto más pequeños sean los trozos que le entregues en cada ensayo, más posibilidades de reforzar tendrás (no necesitan trozos muy grandes, dentro de un límite y considerando también su tamaño). También puedes utilizar juguetes, elogios o caricias siempre y cuando actúen como reforzadores de la conducta deseada.

En cualquier caso, más importante que enseñarle señales, es acostumbrarle a las situaciones cotidianas a las que se va a enfrentar en el día a día y a gestionar sus emociones para que sepa quedarse solo, no tenga problemas para acudir al veterinario, acostumbrarle al arnés, etc.

 

Comportamientos no deseados

Como es natural, habrá ocasiones en las que tu perro muestre comportamientos no deseados para ti o tu familia.

Abordar estos comportamientos de una forma respetuosa y amable es fundamental y es importante recordar que el castigo, en forma de gritos o disciplina física, no es opción y solo empeorará el problema a la larga.

En su lugar, evita situaciones en las que sepas que el cachorro pueda hacer algo que no desees y, si no lo has podido evitar, trata de redirigir su comportamiento pidiéndole lo que sí quieres que haga y no expresando lo que no quieres. Un ejemplo concreto de esto sería evitar dejar a su alcance zapatillas para que no las tome como juguete y, si por un casual se te olvida, pedirle que la suelte ofreciéndole algo a cambio suficientemente atractivo.

Sé coherente y consistente con las normas de la casa y entre miembros de la familia. Por ejemplo, si decidís que subir al sofá no es una opción, no debe serlo con ningún miembro de la casa para no confundirle.

 

Entender el lenguaje corporal de tu perro

Por último, y quizá lo más importante, es esencial entender sobre comunicación canina, ya que puede ayudarte a comprender mejor sus necesidades y hacer que la convivencia sea más sencilla.

Aprende a interpretar signos de ansiedad, miedo, estrés, incomodidad y otras emociones en el lenguaje corporal de tu perro y utilízalos reconociéndolos para saber cómo abordarlos y conseguir crear un vínculo fuerte con tu cachorro.

En conclusión, adiestrar a un perro adoptado puede ser una experiencia difícil, pero increíblemente gratificante.

Comprendiendo los antecedentes de tu perro, enseñándole señales básicas de forma amable y divertida, realizando una buena socialización, abordando correctamente los comportamientos no deseados y prestando atención al lenguaje corporal, puedes ayudar a tu perro a convertirse en un miembro de tu familia bien adaptado y educado.

Si, a pesar de todo, continuas con dudas, no dudes en ver nuestro seminario online sobre cachorros o nuestro libro de cachorros.

Nota final: aunque en el artículo se utiliza en varias ocasiones la palabra “adiestramiento” o “adiestrar”, el único motivo por el que aparece se limita a la posibilidad de llegar a más personas cuando realizan sus búsquedas, pues es un término mucho más buscado que el de “educación”. No obstante, nosotros preferimos utilizar este último, dado que suele ir ligado a una forma más respetuosa de enseñar al perro, aprendiendo primero los guías la manera más amable de hacerlo y entendiendo cómo es un perro y cuáles son sus necesidades y comportamientos propios de su etograma.

Leer: Cómo educar a un perro hiperactivo

Consejos para  educar a un perro sordo

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Enrique Solís (LealCan Adiestramiento)

Especialista en adiestramiento canino.
Educación de cachorros y modificación de conducta a domicilio.
Cursos y Seminarios
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