Pasear a un perro miedoso puede ser una tarea desalentadora.
Los perros miedosos pueden estresarse ante entornos, ruidos, olores o cualquier estímulo nuevo, lo que puede hacer que pasear con ellos se convierta en una experiencia difícil de gestionar.
Sin embargo, con el enfoque adecuado, es posible ayudar a un perro miedoso a sentirse más cómodo en la calle y hacer que pasear sea una experiencia mucho más agradable tanto para ti como para tu compañero peludo.
En este artículo, te daré algunos consejos sobre la mejor forma de pasear a un perro con miedo para que ambos os sintáis más seguros durante el proceso.
Consejos para pasear a un perro miedoso
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Comprende el miedo de tu perro
Lo primero que hay que hacer es averiguar a qué tiene miedo exactamente tu perro.
Observa su comportamiento en busca de patrones de miedo e intenta identificar los estímulos concretos a los que puede tener miedo, como ruidos desconocidos, otros perros, personas, objetos en movimiento, etc.
Este primer paso es esencial e imprescindible para poder avanzar y llegar a conseguir un paseo relajado con tu perro.
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Construye la confianza
Lo más importante para un perro miedoso es sentirse seguro y confiar en ti, así que tendrás que trabajar en este sentido para crear seguridad y confianza con tu compañero de cuatro patas.
En primer lugar, antes de salir a la calle, tómate tu tiempo dentro de casa para asegurarte de que confía en ti y se siente seguro a tu lado. Si en casa se siente más seguro y confiado, este es el punto de partida para empezar a trabajar. Gradualmente, de forma muy, muy progresiva, puedes ir exponiéndole a estímulos nuevos para que se acostumbre a ellos. La idea es que el estímulo no sea lo suficientemente llamativo como para que tu perro reaccione de algún modo.
Proporciónale mucho cariño, en la medida que tu perro lo desee, háblale transmitiendo calma y seguridad y trasmítele cariño en un tono agradable para que se sienta más cómodo con las situaciones o los estímulos nuevos. También puedes ofrecerle reforzadores en comida si crees que puede ayudaros. De hecho, esto te puede aportar información acerca de lo asustado que se encuentra. Si empieza a coger comida con cierto recelo o ya directamente no coge comida sabrosa es que se encuentra muy preocupado.
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Elige el entorno adecuado
Cuando estés ya preparado para sacar a pasear a tu perro a la calle, piensa en el entorno y el ambiente que serán más adecuados en función del punto en el que estéis. Al principio, seguramente lo más idóneo sea buscar un lugar tranquilo, con pocos estímulos y pocas distracciones, como un campo abierto o un barrio tranquilo.
Evita las zonas con mucho tráfico, bicicletas, patinetes, aglomeraciones de gente y/o perros u otros animales, así como los ruidos fuertes y paisajes muy cambiantes. A veces puede ser interesante coger el coche (si está acostumbrado a viajar en él y no tiene problemas) y buscar una zona idónea.
Todo esto ayudará a que la experiencia resulte menos intimidatoria para tu perro y puede facilitar que se centre en el propio paseo y en vuestra compañía mutua, en lugar de en el entorno “amenazante”, asustándose por lo que le rodea.
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Usa un material de paseo adecuado
Cuando pasees a un perro miedoso, el objetivo es que se sienta cómodo y relajado en su entorno. Esto significa que tendrás que ser flexible con él y permitirle que se mueva libremente.
Utiliza un arnés que no dañe su cuello ni limite sus movimientos y una correa larga y suelta y deja que sea él quien te guíe y explore a su ritmo. Por supuesto, no le impidas olfatear, pues esta actividad puede contribuir a que sea capaz de gestionar mejor sus miedos.
Tomarse las cosas con calma y ofrecer independencia puede ayudar a los perros miedosos a sentir que tienen un mayor control de la situación, favoreciendo una reducción de sus niveles de miedo o ansiedad.
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Mantente relajado y paciente
Cuando salgas a pasear, recuerda mantenerte relajado y ser consciente de tu propio lenguaje corporal. Tu propia actitud es muy importante, pues tu perro percibirá cualquier nerviosismo o ansiedad que sientas, así que trata de mantener la calma y ser paciente con él. Piensa que necesita ayuda y nada de lo que hace es “porque quiera” ni “para fastidiarte”. Lo está pasando mal y necesita tu apoyo.
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Evita las situaciones incómodas
Si empiezas a notar que tu perro se pone nervioso o se incomoda, evita cualquier situación que pueda hacer que sienta miedo o un mayor estrés. Esto puede significar, entre otras cosas, mantenerse alejado de ruidos fuertes, otros perros o zonas que puedan resultar demasiado agobiantes.
Si aun así no logras que tu perro vaya cómodo, puede ser el momento de volver a casa antes de que la situación empeore.
Además, trata de mantenerlo interesado y centrado en ti antes de que el miedo termine de apoderarse de él y no sea capaz de responder a nada. Poco a poco irás conociendo el umbral de tu perro y cuál es el mejor momento para darse la vuelta o evitar ciertas situaciones.
Una opción puede ser volver al mismo lugar más tarde, cuando ambos os encontréis con una actitud diferente y podáis tomaros las cosas con más calma, para que se “aclimate” mejor a la zona.
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Usa estímulos y seguridad
Asegúrate de que siempre estás preparado para cualquier imprevisto mientras paseas con tu perro. Lleva etiquetas identificativas en su collar o, incluso, recurre a un localizador GPS para perros si lo estimas necesario y ponte en contacto con alguien en caso de emergencia.
Lo ideal es que te programes los paseos para que sean sin prisa pues, de lo contrario, ambos os vais a agobiar si tu perro empieza a no querer caminar y esto no va a ayudar a mejorar el problema.
Además, asegúrate de tener a mano reforzadores en comida y algún juguete con el que captar su atención y si crees que puede empezar a agobiarse, anticípate.
Conclusión
Pasear a un perro miedoso puede ser una tarea ardua y compleja, pero con el enfoque adecuado y mucha paciencia y comprensión, sin grandes expectativas a corto plazo, es posible ayudar a tu compañero a sentirse más cómodo en el exterior y hacer que el paseo sea una experiencia agradable para ambos.
Trabaja para identificar los miedos de tu perro y generar confianza, elige el entorno adecuado y el momento más conveniente para salir sin prisas y mantente relajado y paciente durante el paseo.
Lleva la correa suelta, evita las situaciones estresantes y asegúrate de estar siempre preparado para cualquier imprevisto.
Con estos consejos en mente, pasear a tu perro miedoso puede convertirse en una experiencia agradable para ambos.
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