Tu perro, un miembro más de la familia
Los perros no son cosas
En un mundo ideal, nuestro perro debería ser tratado como un miembro más de nuestra familia. Estamos seguros de que muchos de nosotros los tratamos de esta manera, pero, lamentablemente, muchas personas ven a los perros como una propiedad, un bien para criar y ganar dinero, un sistema de seguridad barato y reemplazable con una alarma de ladridos incorporada, como una decoración para el jardín, como juguetes para cuando los niños se aburren o un accesorio de moda que se ve bien cuando salimos a caminar, correr o tomarnos selfis.
Los perros no son objetos. Al igual que nosotros, son seres sensibles con la capacidad de experimentar una gran variedad de emociones: alegría, placer, miedo, ira, frustración, dolor, ansiedad, soledad, etc.
Los perros necesitan nuestra compañía y esfuerzo
Una vida que se pasa confinada en un patio trasero o en una parcela cercada con poca o ninguna compañía no es una vida. Los perros son seres sociales por naturaleza y necesitan pasar tiempo con su familia humana. Requieren amor y atención, ejercicio y estimulación. Resulta necesaria una rutina y coherencia para que puedan sentirse seguros en nuestro mundo. Tener un perro precisa compromiso, paciencia y dedicación. Es un trabajo duro, a veces es desordenado, quizás hasta un poco sucio, cuesta dinero y, a menudo, implica cambios en nuestro estilo de vida. Es una decisión que no debe tomarse a la ligera, pero la recompensa de formar un vínculo familiar con un ser tan maravilloso puede traer una gran alegría y enriquecimiento a nuestras vidas.
¿Estoy preparado para incluir un perro en mi familia?
Así que, antes de embarcarte en la aventura de incluir un miembro más en la familia, piensa en lo siguiente:
- Para los perros es muy duro vivir en soledad, más aún sin sus compañeros humanos. Son seres gregarios y sociales. Si trabajas durante muchas horas y debe permanecer mucho tiempo solo en casa, seguramente no lo va a pasar bien.
- Los perros necesitan rutinas y horarios consistentes y predecibles para sentirse seguros. Si no tienes una vida organizada, tu perro tampoco lo será.
- Los perros requieren ciertos gastos económicos que pueden resultar importantes: comida de calidad, veterinario, seguros, juguetes, accesorios, etc. Si no puedes costear estos gastos, la salud y el bienestar del perro se pueden ver seriamente comprometidos.
- Los perros tienen un promedio de vida de diez a quince años (variable según tamaño), lo que implica una gran parte de nuestras vidas y un compromiso de trabajo, planificación, paciencia y cambios. Tener un perro debe ser una decisión meditada y no el producto de un impulso o un capricho.
- Los perros necesitan amor, interacciones, educación, comprensión, compañerismo, ejercicio y estimulación mental. Si no tienes tiempo para cubrir todas estas necesidades, es probable que no tengas un perro equilibrado ni física ni mentalmente.
- Los perros tienen características individuales que los definen: temperamento, etapa biológica en la que se encuentran y características propias de su raza. Antes de decidirte por un perro, ten en cuenta que estas características coincidan con las tuyas: personalidad, estilo de vida, etc., para que podáis hacer un buen tándem.
El perro es parte de la familia
Aparte de todas estas consideraciones, hay que tomar en cuenta que se acaba de realizar una reforma en el Código Civil, donde los animales de compañía han adquirido un estatuto jurídico diferente al de los bienes materiales pasando a ser considerados «seres vivos dotados de sensibilidad» y no “cosas”, lo que les confiere una consideración legal de miembros de la familia.
Y, sobre todo, hay que recordar que en la familia ningún miembro se abandona ni se queda atrás.