¿Tu amigo peludo no te deja dormir por la noche con sus ladridos incesantes? No eres sólo tú: muchos guías tienen que lidiar con este problema tan común.
Permíteme que te diga, como especialista en educación canina, que a veces puede ser difícil controlar que tu cachorro no se calle, sobre todo cuando quieres dormir un poco. Por suerte, hay varias formas de abordar el problema.
Consejos para evitar que tu perro ladre por la noche
Conoce qué puedes hacer para evitar que tu perro se ponga a ladrar por la noche y/o madrugada:
Empieza por establecer una rutina
El objetivo es ayudar a tu perro a entender que hay momentos de más actividad donde puede ladrar lo que necesite y otros en los que se busca reducir la excitación para conseguir calma.
Procura mantener ocupados los días de tu compañero de cuatro patas con salidas a la calle, estimulación mental y horas de siesta, para que esté más preparado para irse a la cama cuando llegue la hora.
Haz todo lo posible para pasar buenos momentos con él durante el día, será una ventaja añadida. Además, establecer unas rutinas -horas de comer, de pasear, de jugar, etc.- puede ayudar a crear un entorno en el que sepa qué esperar en cada momento y tener una mayor sensación de control.
Ofrece un espacio cómodo y seguro
Los perros pueden volverse más aprensivos por la noche y esto puede hacer que ladren. Para ayudarles a aliviar parte de su posible ansiedad, asegúrate de que tienen un lugar seguro donde dormir. Las camas para perros pueden proporcionarles un entorno contenido y tranquilizador al que retirarse cuando se sientan inquietos.
También puedes considerar ofrecerles música de fondo, que hayas asociado correctamente con anterioridad en situaciones de relajación, o ruido blanco (valorando si a tu perro le ayuda) para tranquilizarles aún más.
Proporciona consuelo y tranquilidad
No pasa nada porque tu perro te necesite por la noche, sobre todo si es joven. Los «ladridos» a veces pueden comunicar «tengo miedo» o «me siento solo».
Lo ideal es que tu perro pueda dormir en la misma habitación que tú durante la noche si así lo necesita y decide. No es necesario que suba a tu cama si no es lo que deseas y no es lo que le vas a permitir más adelante, pero sí lo es que pueda sentirte cerca si lo necesita, incluso estableciendo contacto físico alargando tu brazo hacia su cama.
Poco a poco, a medida que tu cachorro o perro adulto se acostumbre al horario y las rutinas establecidas, debería poder empezar a dormir de forma más continua durante la noche.
Entrena la calma para que no ladre
Cubre las necesidades básicas de tu perro y fomenta también situaciones de calma con él durante el día para que llegue a la noche más relajado.
Aunque como no todo van a ser momentos de calma, es mejor que organices expresamente los momentos de mayor actividad. Así, puedes practicar lo que denominamos sesiones “on/off”, consistentes en “activar” y “desactivar” al perro a modo de práctica, excitándole y volviendo a la calma.
De este modo, realizas primero una actividad más “excitante”, como jugar contigo con un mordedor o entrenar algún ejercicio de educación básica, para luego rebajar esa excitación hasta que acabe completamente relajado junto a ti, pudiendo terminar la sesión, por ejemplo, haciendo masajes de relajación o con muchas dosis de mimos relajantes para disfrutar de un momento de calma a tu lado.
Esto te permitirá abordar mejor las situaciones en las que el perro se encuentre muy activo y conseguirás reducir su excitabilidad en momentos en los que lo necesites.
Aborda las causas subyacentes
A veces, los ladridos de un perro son señal de un problema más profundo, como dolor, ansiedad, enfermedad o miedo. Si te preocupa que tu perro siga ladrando por la noche, puede que sea conveniente visitar al veterinario para descartar causas físicas.
En cualquier caso, hablar con un profesional de la educación canina puede ayudarte a determinar cuál es la causa de que tu perro ladre incesantemente y a encontrar una solución eficaz.
En conclusión
Tener un perro que ladra durante la noche puede ser duro. Sin embargo, con un poco de previsión, paciencia y constancia puedes ayudar a que tu perro se convierta en un buen dormilón nocturno.
Establecer una rutina, proporcionarle consuelo y tranquilidad, trabajar en su educación de forma respetuosa y abordar cualquier causa subyacente son formas eficaces de ayudar con este problema tan común.
Con perseverancia, puedes contribuir a que todos los miembros de la familia descansen plácidamente.
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