A veces, entre todas las cosas que adoramos de nuestros compañeros peludos, hay algunas que resultan más difíciles de entender.
Aunque un perro suele ser un manojo de energía sin límites, en ocasiones empieza a temblar de repente antes de intentar esconderse.
Aquí encontrarás algunas de las causas de este comportamiento e ideas sobre cómo ayudarles a sentirse mejor.
Entender el problema
Es probable que el temblor de tu perro esté relacionado con un problema subyacente (una vez que hayas descartado que se trate, simplemente, de frío). La causa más común del temblor en los perros es la ansiedad o el miedo.
Es posible que esté asustado por algo de su entorno. Por ejemplo, puede sentir ansiedad ante ruidos fuertes o determinadas personas. En algunos casos, también una lesión o enfermedad puede estar provocando que se asuste y se esconda.
Es importante prestar atención al comportamiento de tu perro e intentar identificar las posibles fuentes de ansiedad.
Buscar consejo profesional
Vuestro veterinario podrá descartar cualquier dolencia o lesión subyacente.
Además, puedes pedir consejo a un adiestrador canino profesional. Un adiestrador cualificado puede ayudarte a identificar los desencadenantes de la ansiedad de tu perro y a desarrollar un plan de tratamiento personalizado.
En ocasiones, puedes ser necesario recurrir también a un especialista en comportamiento canino o etólogo canino.
Fomentar la conexión y el confort
Como ya hemos comentado, muchos perros tiemblan y se esconden como respuesta a la ansiedad o el miedo. Ayudar a tu perro a sentirse más conectado y seguro es importante para su bienestar.
El ejercicio regular y adecuado a su nivel de actividad, como dar paseos de calidad o jugar con él, favorecer el olfateo y fomentar la calma, pueden mejorar su estado de ánimo y reducir el estrés.
También podrías considerar la posibilidad de pasar un poco más de tiempo con tu perro, reservando espacios para favorecer vuestro vínculo, acariciándole como más le guste más a menudo o hablándole con voz tranquilizadora, en función de las necesidades concretas de tu perro.
Si tienes un perro adoptado con un pasado difícil, puede que las caricias aún sean demasiado invasivas para él y tendrás que valorar vuestro caso concreto.
Además, proporcionar a tu perro un espacio seguro donde pueda esconderse e intentar relajarse si se siente abrumado puede ser de ayuda.
Entrenamiento y socialización
El miedo y la ansiedad suelen surgir cuando un perro no se siente cómodo en su entorno.
Un adiestramiento adecuado y respetuoso puede ayudar a crear una sensación de estructura y orden para tu perro y favorecer vuestro vínculo.
También podrías plantearte socializar a tu perro con otros perros y humanos de manera adecuada, sin forzar. Conocer nuevos amigos tranquilos, equilibrados y seguros puede ayudar a fomentar la confianza.
Mantener un entorno sano
Proporcionar a tu perro un entorno seguro y sano es esencial para reducir los temblores y los escondites no deseados.
Si estás aquí, probablemente ya conocerás nuestra filosofía y entenderás la importancia de evitar todo tipo de correcciones, incluidas las verbales.
Si esto resulta siempre imprescindible, en el caso de un perro con miedo te puedes imaginar que cobra una relevancia aún mayor.
Además, el ejercicio regular (adaptado a las necesidades concretas de tu compañero) y una dieta equilibrada pueden tener un gran impacto en los niveles generales de energía y el estado de ánimo de tu perro.
En relación con la dieta, para incrementar los niveles de serotonina, se pueden ofrecer alimentos ricos en triptófano. Ahora bien, para favorecer su absorción resulta necesario consumir carbohidratos 2 horas después, pues disminuyen la competición con otros aminoácidos.
También puedes tratar de incorporar actividades divertidas y mentalmente estimulantes, como rompecabezas o juegos de buscar y traer, para mantenerlo ocupado y disfrutando.
Conclusión
Ver a tu perro temblando y escondiéndose nunca es fácil. El miedo, la ansiedad y la enfermedad pueden ser causas potenciales.
Con mucha paciencia y atención, puedes ayudar a tu perro a sentirse más seguro y conectado. Identificar y abordar el origen del temblor y la necesidad de esconderse de tu perro es clave para ayudarle a sentirse mejor.
Con una actividad física regular y adecuada, una educación respetuosa y un entorno afectuoso, tu perro podrá empezar a centrarse en el lado más positivo de la vida.
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