Educación canina amable en el adiestramiento en positivo

Educación canina amable. Adiestramiento en positivo.
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La educación canina en positivo y el adiestramiento canino en positivo

Desde hace más de 20 años, se ha extendido el adiestramiento canino en positivo a nivel internacional desde las referencias provenientes de EEUU, de la mano de Ian Dumbar, hacia el resto del planeta.

Esto ha supuesto un gran avance en la forma en que nos comunicamos con nuestros perros. También, ha sido un salto cualitativo en el bienestar del animal más querido por el hombre.

Gracias al avance del adiestramiento canino en positivo, estamos consiguiendo sensibilizar a la sociedad y a los guías de perros sobre la importancia de crear un vínculo sano, fuerte y equilibrado donde se potencia la confianza en el equipo humano – perro.

Además, se parte de una base mucho más gratificante y solidaria. Un enfoque más cooperativista en el que la relación, gracias a la confianza, la comunicación y a escuchar la necesidad del otro, toma la dirección adecuada.

Afortunadamente, vamos dejando atrás una época en la que, en muchos casos, se trataba al perro de cualquier manera a costa de imponer la voluntad humana.

También queda relegada en el tiempo aquella filosofía obsoleta del liderazgo mal entendido, de la jerarquía o de la dominancia fuera de contexto.

Debido al adiestramiento canino en positivo, se ha puesto el foco en las necesidades del perro, en su bienestar y en entender su comportamiento para conseguir ayudarlo de la mejor manera posible.

De la mano de Turid Ruggas, hemos ampliado conceptos proporcionándonos una visión holística de cómo enseñar a nuestros perros, ya no es solo adiestrar con refuerzos para la realización de ciertas destrezas, es educar a nuestro perro para la vida diaria a través de la educación amable.

La línea de educación canina en positivo basa su filosofía en ayudar a nuestros amigos peludos. Los ayuda a prosperar, adaptarse, estar equilibrados y ser felices en un entorno humanizado, siempre a través del mejor trato posible hacia ellos.

Por eso, la aplicación de cualquier tipo de aversivo, de fuerza física o psicológica queda totalmente descartada.

Un perro tumbado en el suelo mirando a la cámara con la lengua fuera

El bienestar canino y las necesidades del perro

En la educación canina en positivo siempre ha de prevalecer el bienestar del perro, por encima de cualquier objetivo de entrenamiento, en sus diferentes dimensiones: bienestar físico, psicológico, emocional y social.

Precisamente por eso, este tipo de adiestramiento se realiza de una manera amable y respetuosa, atendiendo, en primer lugar, lo más importante, las necesidades de nuestros perros.

Lo principal para que un perro no desarrolle problemas de comportamiento es prevenir. Lo podemos conseguir poniendo especial atención a cubrir las necesidades básicas de nuestro perro, entre las que encontramos los siguientes grupos:

  • Biológicas: alimentación, agua, comida, temperatura adecuada, espacio, libertad de movimientos, capacidad de expresión, etc.
  • Emocionales: afecto, apoyo, comprensión, comunicación, control, predictibilidad, entre otras.
  • Sociales: comunicación e interacción con otros congéneres y personas.
  • Cognitivas: retos mentales, entrenamiento amable con los guías, actividades conjuntas con los guías, etc.

Diferencias entre el adiestramiento en positivo o amable

Un educador canino en positivo siempre ha de realizar un adiestramiento amable, puesto que, sin ello, estaría desvirtuando la filosofía de trabajo.

Y esto no es solo entregar un reforzador apetitivo (agradable) cada vez que realice la conducta deseada, va mucho más allá. Desde modificar en la medida de lo posible el entorno físico del perro para que se encuentre seguro y cómodo, hasta concienciar a los guías sobre las mejores opciones en la forma de interactuar con el perro, para así atender a sus más profundas necesidades.

Por otra parte, ocasionalmente se puede llegar a escuchar la educación canina amable como filosofía de adiestramiento separada. Pero, a día de hoy, carece de una definición técnica concreta y, además, requiere del adiestramiento canino en positivo para aterrizar la filosofía de una manera práctica.

A veces, se puede leer que sería una filosofía donde hay que dejar al perro ser tal cual es, centrándose en su etograma y no realizar ningún tipo de modificación de conducta, a pesar de que pueda existir un problema de comportamiento.

Suena bien y es atractivo, pero todavía es un concepto en proceso de construcción.

Los problemas de comportamiento en perros seguirán existiendo

Por ahora, siguen existiendo perros con problemas de conducta, entendiendo como tal todo aquel comportamiento que suponga un peligro para la salud del perro o de otras personas o animales.

La cara de un perro mirando a la izquierda de la cámara

Ante estos problemas de conducta, y realizando una revisión exhaustiva de todas aquellas variables que puedan estar interviniendo de manera directa e indirecta en el mantenimiento de dicho problema, se establecen pautas para un programa de modificación. Dichas pautas pueden estar relacionas con el entorno, con el manejo, con la conducta en sí misma o con los consecuentes.

Todo el procedimiento de trabajo se llevará de una manera amable y respetuosa, atendiendo a todas sus necesidades, entendiendo sus motivaciones, sus anhelos e incluso sus miedos.

Además de aplicar la educación canina amable como forma de trabajar con el perro y los guías, la educación en positivo va a compartir con los humanos un amplio abanico de recursos para mejorar la calidad de vida de su perro.

Entendiendo y trabajando sobre las causas, será posible modificar las consecuencias negativas que afecten al bienestar del perro.

Conclusiones

Por ello, la educación canina en positivo sería la globalidad (enfoque holístico), ya que toca todos los ámbitos para la mejora del bienestar en la vida del perro, mientras que la educación canina amable es uno de los ejes sobre los que se apoya el adiestramiento en positivo, que hace referencia a mantener un trato totalmente respetuoso y atender las necesidades del perro, incluso por encima de las nuestras.

Eso es clave en cualquier relación de confianza y es responsabilidad nuestra como humanos.

Cada vez hay un mayor consenso social por un verdadero sentimiento de respeto hacia la especie animal más atractiva, cercana e influyente para el ser humano: nuestros grandes maestros, los perros.

Daniel Luque
Educador canino de LealCan

Picture of Enrique Solís (LealCan Adiestramiento)
Enrique Solís (LealCan Adiestramiento)

Especialista en adiestramiento canino.
Educación de cachorros y modificación de conducta a domicilio.
Cursos y Seminarios
646 444 555 – info@lealcan.com

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