Recibir a un cachorro

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Cómo recibir a un cachorro

Lo primero que debemos conseguir al recibir a nuestro cachorro es una buena acogida en su nueva casa. Los primeros días son muy importantes para que el cachorro se encuentre a gusto entre nosotros. Aunque la educación es importante, no debemos obsesionarnos regañando al cachorro por todo nada más llegar a un lugar que él no conoce, lejos de su madre y hermanos.

Sería aconsejable tener preparado el material necesario para la llegada del cachorro: un lugar cómodo en el que el cachorro pueda descansar para que lo asocie con relajación y lugar donde dormir; la comida que le vamos a dar; dos recipientes (uno para el agua y otro para la comida); un arnés adecuado al tamaño del perro; una correa; algún juguete…

Los primeros días de estancia en casa, solemos recomendar que el cachorro duerma en el lugar donde lo va a hacer definitivamente. No siempre es la fórmula adecuada, ya que cada cachorro es un mundo emocional, pero sí tenemos que elegir bien esta ubicación para no crearle un problema nada más llegar. Pasar de estar durmiendo con su madre y hermanos de camada a dormir, por ejemplo, en un lugar desconocido donde existan ruidos fuertes como calderas, generadores, lavadoras o lejos de todo contacto con nosotros, es ya una posible fuente de estrés en el cachorro.

Estas circunstancias no facilitan nada la correcta acogida en su nuevo hogar y, sin querer, conseguiremos que se sienta desamparado. Recordemos que lo que tranquiliza a un cachorro es nuestra presencia y nuestro contacto, por lo que necesitamos que, poco a poco, gane en confianza y conocimiento de su nuevo entorno para que, finalmente, pueda llegar a descansar en el lugar definitivo que hayamos escogido para él (aunque lo ideal, en un principio, es que duerma cerca de nosotros).

Cómo evitar problemas de comportamiento en el cachorro

Si le separamos antes de tiempo de la madre y hermanos de camada (el periodo inadecuado más crítico se sitúa entre la 8ª y 10ª semana de vida) y le dejamos en un lugar alejado de nosotros desde el primer día que llega a casa, sin atender a sus demandas, podremos estar fraguando problemas de comportamiento debido a esas experiencias traumáticas. Incluso el famoso consejo de ponerle un reloj o radio por la noche en algunos cachorros funciona de manera contraria, no dejándoles descansar de forma apropiada. Naturalmente, esto debemos adaptarlo a nuestras necesidades y, sobre todo, al comportamiento del cachorro.

También podemos acostumbrarle a un transportín para perros. Esto nos puede ser muy útil a la hora de viajar con perros, tanto si le llevamos en nuestro coche como si viaja en avión. De esta manera tendremos un lugar en el que nuestro perro se sienta a gusto y tranquilo y así en cualquier sitio donde llevemos su transportín, le tendremos controlado y tranquilo, evitando, por ejemplo, que destroce objetos no deseados o que viaje de forma descontrolada en el coche, pasándose de un asiento a otro con el peligro que esto conlleva. No es obligatorio tenerlo, pero si decidimos adquirir uno, es importante enseñarle de manera progresiva, yendo de menos a más en el tiempo y alternando mucho sesiones cortas con otras un poquito más largas.

Cómo educar a tu cachorro

No es necesario esperar a una edad determinada para empezar a educar al cachorro. Desde el primer día que llega a casa lo hacemos a través de nuestra comunicación. Educar al cachorro para nosotros parte de unas premisas básicas mucho más importantes que el mero hecho de enseñarle a sentarse, tumbarse o similar: evitar estar continuamente castigándole con el “NO” por todo lo que hace, dejarle explorar la casa, proporcionarle lugares adecuados de descanso y no molestarle mientras lo hace, comunicarnos con él de una forma adecuada, con cariño y a través del juego y de líneas de adiestramiento en positivo, atender a todas sus necesidades pero sin agobiarle.

El cachorro necesitará su espacio y descansar mucho y la educación la acometeremos de forma progresiva. Resultará de vital importancia proporcionarle el contacto directo con nosotros que necesita, fomentar buenos hábitos de eliminación desde el principio, proveerle de juguetes apropiados, establecer un horario regular de comidas para conseguir controlar sus deposiciones, etc.

La importancia de la socialización de tu cachorro

Una de las cosas más importantes que debemos hacer para que nuestro cachorro crezca equilibrado es desarrollar una buena socialización. Para ello debemos intentar proporcionarle interacciones con personas, niños, animales, ruidos, etc. Todas las situaciones que experimente serán determinantes para su desarrollo social y cognitivo, haciéndolo siempre de manera progresiva y sin que corra ningún peligro. Tan mala es la falta de estimulación en esta etapa como la sobreestimulación. Pondremos un ejemplo: muchos perros sufren un miedo pavoroso por un simple paraguas o al escuchar el sonido del cierre de una tienda, o al camión de la basura. Si en la etapa de socialización le acostumbramos a vivir estas situaciones de forma adecuada a su edad y progresivamente, no tendremos nada de qué preocuparnos.

Las primeras interacciones que tenga, marcarán la relación futura, siendo preferible pocas interacciones pero agradables (sobre todo las primeras), que muchas en las que algunas de ellas no lo sean. Si nuestro perro tiene una buena primera experiencia con un gato cuando es cachorro, tendremos muchas probabilidades de que la relación con gatos sea buena, pero si tenemos una primera mala experiencia, el resto de interacciones nos costarán mucho más y habrá que reconducir la situación. Lo ideal es que controlemos nosotros esas primeras interacciones y no lo dejemos en manos de la suerte. Además, dar tiempos de descanso después de una estimulación de este tipo es fundamental ya que, si lo exponemos de manera diaria a estos estímulos, que en principio le dan miedo, corremos el riesgo de sobreestimular e hipersensibilizarle a ellos.

La socialización del cachorro en los primeros tres meses de vida

Estamos hablando de los primeros tres meses de vida del cachorro y este periodo es muy importante, por lo que si lo hemos adquirido correctamente (a partir de las 10 semanas), tenemos poco tiempo para completar el periodo de socialización de manera adecuada. Aquí entran en juego dos elementos básicos que nos van a ayudar en su educación: el criador y el veterinario.

El criador para que la primera parte de esa etapa haya sido la adecuada junto a la madre y sus hermanos de camada, procurando tener contacto con él para que se acostumbre a la presencia y al contacto humano. Por otro lado, el veterinario nos ayudará a compaginar esta parte tan compleja del desarrollo en la que hay que tener en cuenta el bienestar físico y psíquico del cachorro, nos indicará cual es la secuencia correcta de vacunas y los sitios de menos riesgo para poder desarrollar correctamente la socialización.

No queremos decir que a partir de los tres meses no sea importante su aprendizaje y socialización con el mundo que le rodea, sino que lo que se quede marcado en el cachorro durante este tiempo nos va a facilitar o dificultar su educación. En algunos libros podemos encontrar que el periodo de socialización acaba a los cuatro meses, lo que nos ayudaría teniendo un poco más de margen de tiempo para proporcionar experiencias. Pero si hay estudios científicos que sitúan este periodo entre la tercera semana y la duodécima, ¿no será mejor asegurarnos dando al cachorro experiencias adecuadas antes del tercer mes?

Conclusiones

Por último y debido a esto, tendremos en cuenta que, si adquirimos un cachorro pasado este tiempo, hay que buscar que o bien haya sido criado en las mejores condiciones posibles o bien si lo adoptamos en una protectora, que no solo sea un perro que nos agrade físicamente, si no que debemos obtener toda la información posible para saber si es un perro sociable y equilibrado o, por el contrario, ser conscientes de antemano de que podrá necesitar dosis extra de tiempo y paciencia por tener algún problema de comportamiento, así evitaremos devoluciones y/o abandonos.

Si necesitas ayuda: Servicio de educación de cachorros

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Enrique Solís (LealCan Adiestramiento)

Especialista en adiestramiento canino.
Educación de cachorros y modificación de conducta a domicilio.
Cursos y Seminarios
646 444 555 – info@lealcan.com

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